sábado, 20 de abril de 2013

De uno de los autores posmodernos destaque su enfoque de la comunicación contemporánea


Gianni Vattino nació en Turín en 1936. Estudió Filosofía en la Universidad de su ciudad natal y, posteriormente, dos cursos en la Universidad de Heildelberg. Fue discípulo de Hans-Georg Gadamer. En 1964 comenzó la docencia de estética en la Faculta de Letras y Filosofía de Turín, de la que fue su decano. Su propuesta teórica busca una interpretación del mundo tardo-moderno, en las formas de secularización, en la evolución de los regímenes democráticos, el pluralismo y la tolerancia. Su pensamiento se centra una revisión del papel de la filosofía en nuestra sociedad y la transformación del pensamiento, de las funciones y efectos sociales del pensamiento en las prácticas cotidianas. Para Vattimo, hemos entrado en un escenario, el de la postmodernidad, donde la comunicación y los medios adquieren un carácter central, aunque esa abundancia de emisores continuos no aporta una visión unitaria, ni siquiera una visión contextualizada e independiente. Asistimos a una especie de 'babel informativa' que, más que aturdir y violentar, abre caminos a la libertad, a la pluralidad, y se escapa de las visiones unitarias de la racional-modernidad. La postmodernidad marca la superación de la modernidad dirigida por las concepciones unívocas de los modelos cerrados, de las grandes verdades, de fundamentos consistentes, de la historia como huella unitaria del acontecer. La postmodernidad abre el camino, según Vattimo, a la tolerancia, a la diversidad. Es el paso del pensamiento fuerte, metafísico, de las cosmovisiones filosóficas bien perfiladas, de las creencias verdaderas, al 'pensamiento débil', a una modalidad de 'nihilismo débil', a un 'pasar' despreocupado y, por consiguiente, alejado de la acritud existencial. 

Para Vattimo, las ideas de la postmodernidad y del pensamiento débil están estrechamente relacionadas con el desarrollo del escenario multimedia, con la toma de posición mediática en el nuevo esquema de valores y relaciones. En su libro La sociedad transparente advierte sobre el papel determinante de los medios en este cambio histórico en las formas de organizar el pensamiento social y cultural. Los medios se han convertido en difusores de verdades parciales, contrapuestas, diversas, complejas, en ningún caso guiados por objetivos ontológicos o de narraciones unitarias del suceder histórico. Pero no cabe pensar que los medios consigan hacer más transparente a la sociedad, sino que son los que reproducen y crean la huella de la complejidad, las representaciones donde se multiplican las posiciones, los valores, los intereses, las percepciones, etc. En esa falta de transparencia, sin embargo, emergen la diversidad, la tolerancia, las minorías; en definitiva, un desplazamiento de los autoritarismos, los prejuicios, la violencia. A una sociedad compleja, donde se reconoce la diversidad en todos sus matices, ya no es posible constreñirla con un corsé filosófico coercitivo. 

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1 comentario:

  1. ¡Excelente la entrada de Santiago! Expone muy bien la vida del autor y su aporte a la comunicación desde la perspectiva posmoderna. El video complementa la entrada de esta semana.

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