Gianni
Vattino nació en Turín en 1936. Estudió Filosofía en la Universidad de su
ciudad natal y, posteriormente, dos cursos en la Universidad de Heildelberg.
Fue discípulo de Hans-Georg Gadamer. En 1964 comenzó la docencia de estética en
la Faculta de Letras y Filosofía de Turín, de la que fue su decano. Su
propuesta teórica busca una interpretación del mundo tardo-moderno, en las
formas de secularización, en la evolución de los regímenes democráticos, el
pluralismo y la tolerancia. Su pensamiento se centra una revisión del papel de
la filosofía en nuestra sociedad y la transformación del pensamiento, de las
funciones y efectos sociales del pensamiento en las prácticas cotidianas. Para
Vattimo, hemos entrado en un escenario, el de la postmodernidad, donde la
comunicación y los medios adquieren un carácter central, aunque esa abundancia
de emisores continuos no aporta una visión unitaria, ni siquiera una visión
contextualizada e independiente. Asistimos a una especie de 'babel informativa'
que, más que aturdir y violentar, abre caminos a la libertad, a la pluralidad,
y se escapa de las visiones unitarias de la racional-modernidad. La
postmodernidad marca la superación de la modernidad dirigida por las
concepciones unívocas de los modelos cerrados, de las grandes verdades, de
fundamentos consistentes, de la historia como huella unitaria del acontecer. La
postmodernidad abre el camino, según Vattimo, a la tolerancia, a la diversidad.
Es el paso del pensamiento fuerte, metafísico, de las cosmovisiones filosóficas
bien perfiladas, de las creencias verdaderas, al 'pensamiento débil', a una
modalidad de 'nihilismo débil', a un 'pasar' despreocupado y, por consiguiente,
alejado de la acritud existencial.
Para Vattimo, las ideas de la postmodernidad
y del pensamiento débil están estrechamente relacionadas con el desarrollo del
escenario multimedia, con la toma de posición mediática en el nuevo esquema de
valores y relaciones. En su libro La
sociedad transparente advierte sobre el papel determinante de los
medios en este cambio histórico en las formas de organizar el pensamiento
social y cultural. Los medios se han convertido en difusores de verdades
parciales, contrapuestas, diversas, complejas, en ningún caso guiados por
objetivos ontológicos o de narraciones unitarias del suceder histórico. Pero no
cabe pensar que los medios consigan hacer más transparente a la sociedad, sino
que son los que reproducen y crean la huella de la complejidad, las
representaciones donde se multiplican las posiciones, los valores, los
intereses, las percepciones, etc. En esa falta de transparencia, sin embargo,
emergen la diversidad, la tolerancia, las minorías; en definitiva, un
desplazamiento de los autoritarismos, los prejuicios, la violencia. A una
sociedad compleja, donde se reconoce la diversidad en todos sus matices, ya no
es posible constreñirla con un corsé filosófico coercitivo.
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¡Excelente la entrada de Santiago! Expone muy bien la vida del autor y su aporte a la comunicación desde la perspectiva posmoderna. El video complementa la entrada de esta semana.
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